viernes, 3 de marzo de 2023

CRÓNICAS ELEMENTALES 2: EL VIDENTE

 

Jack despertó de repente, con la respiración agitada. Acababa de tener una pesadilla muy vivida. El corazón le latía a mil por hora y parecía que le fuera a estallar. Literalmente podía escuchar como su corazón bombeaba con fiereza. Lisa se encontraba a su lado profundamente dormida. Despertó de pronto, alarmada por los sonidos de su corazón. Al ver la expresión de su amigo, Lisa se aterrorizó.

  • ¡Jack! ¡jackie! — dijo su apelativo cariñoso —. ¿Qué te sucede?

No le preguntó si estaba bien. Lisa sabía a la perfección que no lo estaba. Jack quería responder, pero la voz no le salía. Boqueaba y notaba como el aire se le escapaba rápidamente. Se sentía como si hubiera corrido diez millones de kilómetros y no pudiera recuperarse.

Lisa, en un acto desesperado, colocó una mano encima de su amigo y comenzó a usar magia. Jack se dio cuenta de que le estaba drenando parte de su energía. Aunque iba recuperando aire, aún le faltaba mucho y dudaba que Lisa pudiera curarle por completo.

  • ¡LILY VEN RAPIDO! ¡TU HIJO SE MUERE!

Siguió drenando energía, ayudando a su amigo. La espera se hizo eterna, llegando Lisa a preguntarse si Lily la habría oído.

Entonces Lily hizo acto de presencia. Iba vestida con una bata que le tapaba todo el cuerpo y unas zapatillas. Como un rayo, Lily apartó a Lisa y utilizó su magia para drenar su energía. Al cabo de un minuto el pulso de Jack se empezó a normalizar y este se tranquilizó. Dejó de escuchar a su corazón y Jack respiró aliviado.

Rakon entró poco después por la puerta. Lily respiró aliviada y miró a su hijo mayor. Esa mirada bastó para hacerle entender a Rakon que todo había salido bien, su hermano pequeño estaba a salvo. Jack pudo notar el suspiró casi imperceptible de alivio que soltó su hermano. Se fijó entonces que su padre, Jorge, también estaba, con el rostro visiblemente preocupado.

Estaban de vuelta en casa. En Abandonado. Habían transcurrido tres días desde la victoria sobre Feinsteir. No había noticias de adonde habían ido los Mohen. Se suponía que se estaban reagrupando, lamiéndose las heridas y trazando un plan de venganza. No tenían forma de saber si seguían siendo leales a Zodiac, o por el contrario planeaban ir por su cuenta. Zodiac no había enviado todavía un ejército para recuperar la ciudad. Lily suponía que tal vez todavía estaría pensando un plan y formando el ejército. Zodiac solía ser extremadamente cuidadoso y sensato.

Lily había insistido en regresar a casa.

  • No voy a permitir que mis hijos se queden en un lugar que puede ser atacado al instante — le había dicho a la reina.

Y habían regresado a Abandonado. Sin los misterios, ahora era un lugar más seguro. Al volver allí, Jack se había percatado de que sus ojos habían retomado el azul de siempre. Notó que lo hicieron cuando la ira por el asesinato de su abuelo Fran desapareció. Ahora solo estaba triste, pero sabía que con el tiempo se recuperaría.

  • ¿Cómo te encuentras cariño? — le preguntó Lily a su hijo.

  • Bien — respondió este suspirando —. Gracias mamá. No sé qué me pasaba…

  • Yo sí — le contestó esta —. ¿Tienes fuerzas para levantarte?

Jack se incorporó parcialmente hasta quedar sentado en la cama. Tras un momento, asintió afirmativamente con la cabeza.

  • Sígueme entonces.

Jack se levantó. Llevaba puesto su típico pijama azul. Rakon y Lisa también la siguieron.

Rakon llevaba su pijama negro y Lisa uno rosa. Lisa había decidido quedarse en casa de sus amigos, pues tras la traición de Mery y casi perder a Jack, no le apetecía pisar su casa. Una casa que le recordaba constantemente su vida con Mery. Esa noche sí volvería a casa con sus padres, pues llevaba sin verlos desde el día anterior. Miriam y Luis estaban muy ocupados con la reconstrucción de la ciudad Feinsteir, pero aun así tenían tiempo de visitar a su hija.

Lily los guío hasta la biblioteca donde almacenaban todos los libros. Una vez dentro, Jack vio cómo su padre cerraba la puerta de la biblioteca. Fueron a la sección donde Jorge guardaba los libros que él mismo escribía y Lily fue al segundo libro que su marido publicó. Lo sacó de ahí. Tras ese libro, había un hueco falso del que Lily sacó un volumen grueso, titulado: Crónicas Elementales: Historia de los Elementales.

Aquello intrigó enormemente a Jack. ¿Qué habría en ese libro? Obviamente entendía que explicaría la historia Elemental: cómo fueron creados, la duración de su mandato, lo justas o injustas que eran sus leyes, etc. Lily dijo:

Este es uno de los pocos libros que se logró rescatar de la Torre de Zodiac. Si bien la enorme mayoría está en Luxbe, algunos los guardamos aquí.

Lily abrió una sección llamada RAREZAS ELEMENTALES. Lily citó textualmente:

  • Los elementales, aparte de sus poderes de fuego, agua, aire o tierra, pueden poseer otros poderes extraños, como la visión”.

Lily carraspeó para hablar sobre la sección VISIONES DE ELEMENTAL.

  • La visión es un poder que solo un puñado de Elementales posee y aún menos dominan. Tienen la capacidad de ver el pasado, presente o futuro. No obstante, este tiene un costo: afecta al corazón, y drena la energía del vidente.”

  • Así que por eso muchas veces me falta el aire — entendió Jack.

Lily asintió.

  • Así es.

Lisa miró a Lily pensativa y dijo:

  • ¿Me deja el libro?

  • ¿Por? — la voz de Lily sonó desconfiada y temblorosa un momento, pero, aunque trató de disimularlo, no engañó a nadie. Menos a Lisa.

  • Porque me gustaría mucho echarle un vistazo.

  • Quizás en otro...

Sin esperar a que terminara, Lisa le arrebató el libro de las manos sin importarle la mirada de asombro que la madre de su amigo le dedicó. Los demás también se mostraron sorprendidos ante esta iniciativa, especialmente Jack, que no se esperaba aquello para nada. Lisa encontró lo que buscaba:

  • Lo sabía. Aquí dice — citó señalando el texto: — “Si se tienen demasiadas visiones seguidas, el Elemental puede morir muy joven”.

Lisa se quedó muda. El resto también. Lily tenía la cara blanca y Jack quedó petrificado. Así que podía morir. No es que no se lo hubiese imaginado antes, pero tenerlo confirmado así...

  • No tenía que saberlo — Lily intentaba contener su ira.

  • Merece saberlo — Lisa estaba triste.

Aquello pareció aplacar un poco a Lily.

  • Tiene razón mamá — la voz de Jack era apagada —. Ya me lo había supuesto antes de todas maneras. No era muy difícil de adivinar, teniendo en cuenta que casi se me corta la respiración hace nada.

Rio para suavizar la situación, pero no logró nada. Rakon posó una mano en el hombro derecho de su hermano:

  • Eso no te sucederá. Eres joven, fuerte y estamos aquí para evitar eso.

Jack agradeció el gesto. Jorge no dijo nada. No sabía que decir.

Jack entonces decidió contar su sueño. Tras hacerlo, Lily dijo:

  • Espera... creo que esa casa... ¿es de madera has dicho no?

Jack asintió.

  • En Abandonado solo hay una casa así y está a un par de calles de la nuestra. Apenas se tarda cinco minutos andando.

  • ¿Insinúas...? — preguntó tímidamente Jorge.

  • Exacto. Creo que es la casa de aquí al lado. Si aún no ha pasado, podemos cambiar los hechos.

Lily y Jorge se cambiaron, así como el trío. Lily se puso el traje de combate: negro por doquier, mientras que Jorge un chándal. Jack se puso camiseta, vaqueros y deportes, igual que Rakon y Lisa. Al verlos, Lily dijo:

  • ¿Adónde os creéis que vais?

Los tres se miraron. Fue Rakon quien contestó.

  • A Ayudar.

  • De eso nada — prohibió Lily haciendo caso omiso a las protestas de los chicos —. Ya tuvisteis más que suficiente en Feinsteir. Os quedaréis aquí. ¿Queda claro?

Los ojos negros de Lily se volvieron más negros y eso los convenció. Lily le hizo una caricia a cada uno y se marchó con Jorge.

Después de eso, Jack siguió investigando el libro por su cuenta. Estaba tumbado en la cama de su cuarto. El libro explicaba muchas cosas: el inicio de los Elementales y como estos hicieron frente a los Mohen extinguiéndolos y como luego, misteriosamente, desaparecieron. Nadie sabe qué sucedió, no había páginas registradas de ello, pero Jack supuso que debió ser algo muy gordo. Quizás una guerra interna entre ellos.

No sería la primera vez pensó.

Lisa y Rakon entraron en el cuarto de Jack.

  • Jack — dijo Lisa. Este la miró.

  • Vamos a ir en busca de mamá y papá — dijo Rakon.

  • Pero se enfadarán — objetó Jack.

  • Hace demasiado que se marcharon — respondió su hermano —. Temo que les haya pasado algo.

  • ¿Cuánto tiempo ha pasado?

Preguntó Jack al tiempo que se inclinaba para ver la hora en su despertador. Ya hacía una hora que se habían marchado.

  • Una hora — le contestó Lisa a pesar de saber que Jack ya se había respondido así mismo.

  • Bueno, está bien.

No estaba demasiado convencido, pero estaba deseando salir de ahí y descubrir más sobre su sueño. Sería la primera vez que podría investigarlo a fondo. Se preguntó entonces si su sueño había ya ocurrido o, por el contrario, aún no. O quizá aún se estaba desarrollando.

Armas en mano, los tres salieron a la calle, dispuestos a encontrar a los padres de Jack y Rakon.



Lily y Jorge apenas tuvieron que recorrer un par de manzanas antes de llegar a la casa de madera. No tenía pérdida: era la única casa tallada en madera en todo Abandonado.

La casa en sí parecía intacta, aunque Lily notaba algo raro. El jardín estaba cuidado, así que, si ya habían ocurrido los hechos, no hacía mucho. Jorge empujó la puerta y esta cedió ligeramente. No necesitaron forzarla. Aquello le dio muy mala espina a Lily.

  • Aparta — susurró a su marido. Este, obediente, se puso tras ella.

Lily entró con suavidad. Gracias a un hechizo, ni los pasos de ella ni los de su marido podían escucharse en dos kilómetros a la redonda. Lily tenía poder suficiente para aumentar ese radio a un total de diez, lo cual era toda una proeza ya que el mago estándar podía alcanzar como mucho los cinco kilómetros y los brujos ocho.

La entrada estaba vacía y seca. No había restos de que hubiera sido inundada, pues la madera ni siquiera estaba blanda ni mojada.

Parece que la visión de Jack...

Estaba pensando cuando de pronto vio un cuerpo arropado por una sábana blanca. Del cuerpo emanaba un charco de agua. Atrás suyo, Jorge se removía inquieto: había visto lo mismo que ella y, nervioso, no cesaba de mirar a todos lados, buscando la amenaza.

Lily se acercó con precaución al cuerpo. Lo destapó con el mismo cuidado que si se tratara de una bomba que estalla al contacto. Allí se encontraba el cuerpo sin vida de la joven con la que Jack había soñado.

Maldita sea pensó Lily hemos llegado tarde.

El sonido de una metralleta hizo que Lily reaccionara por puro instinto. Lo hizo a una velocidad que ni ella misma se creía capaz. Se abalanzó sobre su marido, sin ver de dónde provenía la amenaza e inmediatamente activó un escudo protector. Los disparos venían en dirección frontal. A través del escudo transparente, Lily vio a Tizane. Tal como en la visión de Jack, este llevaba un arma por brazo.

¿Qué se ha hecho? O qué le han hecho.

Tizane reía como un loco, pero debido al ruido de los disparos, Lily no podía oír bien qué decía, aunque tenía claro que se estaba burlando de ella. Eso no bastaba para enfurecerla. Debido al escudo protector, Lily se hallaba entre la espada y la pared. Si deshacía el escudo para atacar, ella y Jorge morirían. Si no, no sabía cuándo Tizane terminaría su ataque. No parecía tener fin. Lily comprendió de pronto que Tizane no tenía intención de parar. Al parecer su arma era infinita y no se detendría hasta que ella deshiciera el escudo y muriera.

Estaban atrapados.



Jack, Lisa y Rakon llegaron a la casa de madera. Allí, desde las ventanas, vieron como Lily resistía ante Tizane.

  • Tenemos que intervenir — dijo Jack angustiado.

  • Vayamos por atrás, no se lo esperara — propuso Lisa.

  • Yo me quedaré aquí — dijo Rakon calmado. Jack envidiaba eso de él.

  • ¿Por? — Quiso saber el muchacho.

  • Tizane podría acorralaros a vosotros también. Y no se esperará una fuerza extra desde el frente de nuestros padres. Creerá que estoy en otro lado.

  • Bien pensado — dijo Lisa maravillada.

Pero antes de siquiera poner en marcha el plan, Lily deshizo el escudo. Aquello la dejaba expuesta.

  • A la mierda el plan — exclamó Jack —. Hay que entrar ¡ya!

Vieron como Lily lanzaba un hechizo fuego a su oponente que este esquivaba con facilidad. Jorge, debido al terror que sentía, no movía un músculo. Parecía una estatua de cerámica mal colocada.

Jack, Lisa y Rakon entraron por la puerta principal. Lisa enseguida usó su habitual hechizo de luz al tiempo que Rakon y Jack se abalanzaban sobre Tizane para atacarlo. Sabían de sobra que esquivaría el ataque.

Tizane esquivo el ataque, efectivamente, pero también golpeó con una pierna a Rakon y luego apuntó hacia Jack. Este casi no tuvo tiempo de esconderse tras el sofá donde aún descansaba el cuerpo del hermano. Las balas abrían agujeros en la piel del sofá. Lily entonces lanzó un hechizo luz hacia su oponente para cegarlo. Este, que estaba distraído tratando de matar a Jack, recibió el impacto. Acto seguido Lisa usó nuevamente la luz para desintegrar a Tizane, pero este se volvió a escurrir. La televisión fue lo único que se desintegró. Rakon atacó a Tizane. Solo gracias a su temporal ceguera, logró hacerle un corte. No obstante, el oído de Tizane era increíblemente agudo. Y su velocidad mayor todavía.

  • ¡Eres un monstruo! — gritó entonces Lisa, pillando desprevenido a los demás, que no se esperaban que ella hablase —. ¿Cómo pudiste matar a esos chicos?

Jack vio los cadáveres del niño y su hermana. Sintió una impotencia que no había sentido nunca.

Tizane rio. Parecía un maníaco, pensó Jack.

  • Para vuestra información, yo sólo maté al chico. No a la chica.

Tizane parpadeó. Volvía a ver con claridad. Suspiró y siguió hablando:

  • Esa joven... — miró al cuerpo sin vida de la chica — utilizó involuntariamente su poder elemental.

  • Su... ¿qué? — dijo Lisa estupefacta.

Tizane soltó una risita.

  • Así es. La chica era una Elemental. Como este chico.

Señaló a Jack. Este estaba inmóvil, tratando de procesar la información que acababa de recibir. Tizane añadió:

  • Localizamos a la chica gracias a que ella utilizó su poder antes.

  • Así Zodiac pudo encontrarla — entendió Lily horrorizada.

  • Sí — rio Tizane —. Y todo gracias al hechizo para detectar magia que implantó. Toda una hazaña. Tengo entendido que es el primero en crear ese hechizo a nivel global.

Rakon atacó entonces, pero recibió una fuerte patada de Tizane que lo envío directo hacia sus padres, quienes recibieron el impacto demasiado rápido para pararlo. Lisa usó enseguida el hechizo luz, pero Tizane la esquivó y atacó. La arañó por la mejilla izquierda, creando tres finas fisuras rojizas en su piel y enviándola contra el cristal del salón, sacándola fuera de la casa.

Solo Jack quedaba en pie.

  • Bueno, bueno — se burló Tizane —. Ya no tienes ningún guardián.

Apuntó con su arma hacia Jack. Jack sabía que no podría esquivar su ataque lo bastante rápido. Así que tomó lo único que podía hacer.

Una enorme ventisca proveniente del cristal roto empujó a Tizane qué, sorprendido, fue arrastrado por ella. Salió de la casa y Jack fue tras él. Salió justo a tiempo de ver como Lisa desintegraba finalmente a Tizane gracias a que este estaba atrapado en el tornado que Jack había creado. Jack deseó que el viento cesase y así sucedió. Lentamente, Jack aprendía a controlar su nuevo poder.

Tuvo que morir mi abuelo para que surgiera pensó con rabia.

Al menos Tizane ya no daría más problemas a Alavir. Y Zodiac tenía un soldado menos. Habían logrado una pequeña victoria más.

  • ¿Todos bien? — preguntó Lily.

  • Sí — respondió Jack, secundado por los demás.

Jorge tenía la cabeza gacha. Jack sentía ira y pena hacia él al mismo tiempo. Sus emociones se mezclaban y provocaban que Jack no supiera exactamente qué pensar de su padre. Le daba lástima que su miedo le impidiera luchar, y a la vez, le daba rabia que no espabilara de una vez. Él tenía catorce años y había tenido que intervenir más de una ocasión.

  • ¿No os dije que os quedarais en casa? — la sombra de una bronca asomó los ojos de Lily.

Los tres no supieron qué decir. Lily suspiró, derrotada. En su interior, se sentía agradecida de que la hubieran ayudado a ella y su esposo, pero odiaba que se hubieran puesto en peligro.

  • Bueno — dijo Lily carraspeando — ahora ya sabemos por qué Tizane iba por esta familia.

  • ¿Qué hay de los padres? — quiso saber Lisa preocupada.

  • Contactaré a la reina tan pronto volvamos a casa — informó Lily —. Así ella podrá verificar su paradero, quienes son y darles la triste noticia.

La voz de Lily era pura amargura.

Regresaron a casa, no sin antes inspeccionar el resto de la casa. La habitación de Helena estaba totalmente encharcada. Sin duda ahí murió ella. Tizane debió llevarla abajo para usarla como cebo.

De vuelta en casa, Lily contactó con la reina usando la piscina como una especie de webcam mágica. La reina iba ataviada con un vestido azul oscuro. Su cabello peinado y cuidado dieron la pista a Lily que no se acababa de levantar precisamente. En la imagen solo podía verse a Isabel, pues esta había bloqueado con magia las comunicaciones para que nunca saliera el lugar donde se encontraban, y así el enemigo no las detectara.

  • ¿Qué sucede? — preguntó la reina, curiosa.

Lily procedió a contarle toda la historia. La reina escuchó pacientemente y en silencio. Cuando terminó, se tomó un instante para responder:

  • Enviaré a Licántropo a investigar. Tan pronto localicemos a su familia, te lo diremos.

  • Gracias, majestad.

Terminada la charla, la reina deshizo la comunicación, sin siquiera despedirse.

A Lily esto no le afectó lo más mínimo. Ya conocía a la reina; estaba acostumbrada.

Cuando regresó al salón, vio a su familia y Lisa sentados. Jack, Lisa y Rakon en el sofá, mientras que Jorge en el sillón.

  • ¿Qué tal ha ido? — quiso saber su marido. El resto la miraron.

  • Bien — dijo ella.

No dijo nada más y se marchó dirección a las escaleras.



  • ¿Qué le sucede? — quiso saber Jack, intrigado.

  • Lo de esa chica la ha afectado — le informó su padre —. Supongo que le ha recordado a ti.

  • ¿A mí? — preguntó confuso. De repente entendió. Ella era Elemental como él.

  • Sí. Hoy podrías haber sido tú. Dale tiempo. Necesita asimilarlo.

Jack tragó saliva y miró por donde su madre se había marchado. De repente, notó una punzada de culpa por haber ido allí.

Lisa le agarró la mano y lo miró.

  • No Jack.

Él entendía su mensaje:

No te sientas culpable. No es tu culpa. Solo estabas preocupado por ella”. Los dos se abrazaron. Jorge se incorporó.

  • Iré a ver a tu madre.

Jack asintió.

  • Chicos... — dijo Lisa, algo tímida — yo me marcho ya.

  • ¿Y eso? — quiso saber Jack.

  • Quiero ver a mis padres. Hace días que no les veo.

  • Ah claro — Jack se sonrojó un poco.

Los tres se levantaron. Ambos hermanos acompañaron a su amiga a la puerta.

  • Luego me despido por ti — le informó Jack.

  • Gracias — dijo Lisa.

Dicho esto, ella se marchó.



Lisa apenas tardó un minuto en cruzar la calle y entrar en casa. No entraba con una llave, ahora usaba un hechizo de apertura que sólo ella y su madre podían utilizar, para evitar que Mery ingresara a la casa. Luis ahora tenía que esperar a que alguna le abriera la puerta.

  • Menudo asco — había refunfuñado.

Pero no se había quejado más. Sabía por qué lo hacían. Lisa aún recordaba con amargura las expresiones de dolor en el rostro de sus padres. Luis no lo había expresado, como siempre, pero Miriam se había hartado de llorar. Luis la abrazó y no hizo nada más.

  • ¡Mamá, Papá! — Exclamó Lisa con alegría infinita en cuanto abrió la puerta —. ¡Ya estoy en...!

Lo que vio la enmudeció de golpe. Allí delante, en el pasillo, justo al lado de las escaleras, se encontraban los cuerpos de Miriam y Luis. Inertes los dos, con sus dos ojos abiertos en una expresión de horror. No había sangre, pero sus cuellos estaban doblados de una forma anti natural y Lisa sabía que estaban muertos. Y delante de esos cuerpos, se hallaba el encapuchado que una vez salvara a Jack y Rakon en el laberinto, espada en mano.















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