Jack
despertó de repente, con la respiración agitada. Acababa de tener
una pesadilla muy vivida. El corazón le latía a mil por hora y
parecía que le fuera a estallar. Literalmente podía escuchar como
su corazón bombeaba con fiereza. Lisa se encontraba a su lado
profundamente dormida. Despertó de pronto, alarmada por los sonidos
de su corazón. Al ver la expresión de su amigo, Lisa se aterrorizó.
No
le preguntó si estaba bien. Lisa sabía a la perfección que no lo
estaba. Jack quería responder, pero la voz no le salía. Boqueaba y
notaba como el aire se le escapaba rápidamente. Se sentía como si
hubiera corrido diez millones de kilómetros y no pudiera
recuperarse.
Lisa,
en un acto desesperado, colocó una mano encima de su amigo y comenzó
a usar magia. Jack se dio cuenta de que le estaba drenando parte de
su energía. Aunque iba recuperando aire, aún le faltaba mucho y
dudaba que Lisa pudiera curarle por completo.
Siguió
drenando energía, ayudando a su amigo. La espera se hizo eterna,
llegando Lisa a preguntarse si Lily la habría oído.
Entonces
Lily hizo acto de presencia. Iba vestida con una bata que le tapaba
todo el cuerpo y unas zapatillas. Como un rayo, Lily apartó a Lisa y
utilizó su magia para drenar su energía. Al cabo de un minuto el
pulso de Jack se empezó a normalizar y este se tranquilizó. Dejó
de escuchar a su corazón y Jack respiró aliviado.
Rakon
entró poco después por la puerta. Lily respiró aliviada y miró a
su hijo mayor. Esa mirada bastó para hacerle entender a Rakon que
todo había salido bien, su hermano pequeño estaba a salvo. Jack
pudo notar el suspiró casi imperceptible de alivio que soltó su
hermano. Se fijó entonces que su padre, Jorge, también estaba, con
el rostro visiblemente preocupado.
Estaban
de vuelta en casa. En Abandonado. Habían transcurrido tres días
desde la victoria sobre Feinsteir. No había noticias de adonde
habían ido los Mohen. Se suponía que se estaban reagrupando,
lamiéndose las heridas y trazando un plan de venganza. No tenían
forma de saber si seguían siendo leales a Zodiac, o por el contrario
planeaban ir por su cuenta. Zodiac no había enviado todavía un
ejército para recuperar la ciudad. Lily suponía que tal vez todavía
estaría pensando un plan y formando el ejército. Zodiac solía ser
extremadamente cuidadoso y sensato.
Lily
había insistido en regresar a casa.
Y
habían regresado a Abandonado. Sin los misterios, ahora era un lugar
más seguro. Al volver allí, Jack se había percatado de que sus
ojos habían retomado el azul de siempre. Notó que lo hicieron
cuando la ira por el asesinato de su abuelo Fran desapareció. Ahora
solo estaba triste, pero sabía que con el tiempo se recuperaría.
¿Cómo
te encuentras cariño? — le preguntó Lily a su hijo.
Bien
— respondió este suspirando —. Gracias mamá. No sé qué me
pasaba…
Yo
sí — le contestó esta —. ¿Tienes fuerzas para levantarte?
Jack
se incorporó parcialmente hasta quedar sentado en la cama. Tras un
momento, asintió afirmativamente con la cabeza.
Jack
se levantó. Llevaba puesto su típico pijama azul. Rakon y Lisa
también la siguieron.
Rakon
llevaba su pijama negro y Lisa uno rosa. Lisa había decidido
quedarse en casa de sus amigos, pues tras la traición de Mery y casi
perder a Jack, no le apetecía pisar su casa. Una casa que le
recordaba constantemente su vida con Mery. Esa noche sí volvería a
casa con sus padres, pues llevaba sin verlos desde el día anterior.
Miriam y Luis estaban muy ocupados con la reconstrucción de la
ciudad Feinsteir, pero aun así tenían tiempo de visitar a su hija.
Lily
los guío hasta la biblioteca donde almacenaban todos los libros. Una
vez dentro, Jack vio cómo su padre cerraba la puerta de la
biblioteca. Fueron a la sección donde Jorge guardaba los libros que
él mismo escribía y Lily fue al segundo libro que su marido
publicó. Lo sacó de ahí. Tras ese libro, había un hueco falso del
que Lily sacó un volumen grueso, titulado: Crónicas
Elementales: Historia de los Elementales.
Aquello
intrigó enormemente a Jack. ¿Qué habría en ese libro? Obviamente
entendía que explicaría la historia Elemental: cómo fueron
creados, la duración de su mandato, lo justas o injustas que eran
sus leyes, etc. Lily dijo:
— Este
es uno de los pocos libros que se logró rescatar de la Torre de
Zodiac. Si bien la enorme mayoría está en Luxbe, algunos los
guardamos aquí.
Lily
abrió una sección llamada RAREZAS
ELEMENTALES. Lily
citó textualmente:
“Los
elementales, aparte de sus poderes de fuego, agua, aire o tierra,
pueden poseer otros poderes extraños, como la visión”.
Lily
carraspeó para hablar sobre la sección VISIONES
DE ELEMENTAL.
“La
visión es un poder que solo un puñado de Elementales posee y aún
menos dominan. Tienen la capacidad de ver el pasado, presente o
futuro. No obstante, este tiene un costo: afecta al corazón, y
drena la energía del vidente.”
Así
que por eso muchas veces me falta el aire — entendió Jack.
Lily
asintió.
Lisa
miró a Lily pensativa y dijo:
¿Me
deja el libro?
¿Por?
— la voz de Lily sonó desconfiada y temblorosa un momento, pero,
aunque trató de disimularlo, no engañó a nadie. Menos a Lisa.
Porque
me gustaría mucho echarle un vistazo.
Quizás
en otro...
Sin
esperar a que terminara, Lisa le arrebató el libro de las manos sin
importarle la mirada de asombro que la madre de su amigo le dedicó.
Los demás también se mostraron sorprendidos ante esta iniciativa,
especialmente Jack, que no se esperaba aquello para nada. Lisa
encontró lo que buscaba:
Lisa
se quedó muda. El resto también. Lily tenía la cara blanca y Jack
quedó petrificado. Así que podía morir. No es que no se lo hubiese
imaginado antes, pero tenerlo confirmado así...
Aquello
pareció aplacar un poco a Lily.
Rio
para suavizar la situación, pero no logró nada. Rakon posó una
mano en el hombro derecho de su hermano:
Jack
agradeció el gesto. Jorge no dijo nada. No sabía que decir.
Jack
entonces decidió contar su sueño. Tras hacerlo, Lily dijo:
Jack
asintió.
En
Abandonado solo hay una casa así y está a un par de calles de la
nuestra. Apenas se tarda cinco minutos andando.
¿Insinúas...?
— preguntó tímidamente Jorge.
Exacto.
Creo que es la casa de aquí al lado. Si aún no ha pasado, podemos
cambiar los hechos.
Lily
y Jorge se cambiaron, así como el trío. Lily se puso el traje de
combate: negro por doquier, mientras que Jorge un chándal. Jack se
puso camiseta, vaqueros y deportes, igual que Rakon y Lisa. Al
verlos, Lily dijo:
Los
tres se miraron. Fue Rakon quien contestó.
Los
ojos negros de Lily se volvieron más negros y eso los convenció.
Lily le hizo una caricia a cada uno y se marchó con Jorge.
Después
de eso, Jack siguió investigando el libro por su cuenta. Estaba
tumbado en la cama de su cuarto. El libro explicaba muchas cosas: el
inicio de los Elementales y como estos hicieron frente a los Mohen
extinguiéndolos y como luego, misteriosamente, desaparecieron. Nadie
sabe qué sucedió, no había páginas registradas de ello, pero Jack
supuso que debió ser algo muy gordo. Quizás una guerra interna
entre ellos.
No
sería la primera vez pensó.
Lisa
y Rakon entraron en el cuarto de Jack.
Jack
— dijo Lisa. Este la miró.
Vamos
a ir en busca de mamá y papá — dijo Rakon.
Pero
se enfadarán — objetó Jack.
Hace
demasiado que se marcharon — respondió su hermano —. Temo que
les haya pasado algo.
¿Cuánto
tiempo ha pasado?
Preguntó
Jack al tiempo que se inclinaba para ver la hora en su despertador.
Ya hacía una hora que se habían marchado.
No
estaba demasiado convencido, pero estaba deseando salir de ahí y
descubrir más sobre su sueño. Sería la primera vez que podría
investigarlo a fondo. Se preguntó entonces si su sueño había ya
ocurrido o, por el contrario, aún no. O quizá aún se estaba
desarrollando.
Armas
en mano, los tres salieron a la calle, dispuestos a encontrar a los
padres de Jack y Rakon.
Lily
y Jorge apenas tuvieron que recorrer un par de manzanas antes de
llegar a la casa de madera. No tenía pérdida: era la única casa
tallada en madera en todo Abandonado.
La
casa en sí parecía intacta, aunque Lily notaba algo raro. El jardín
estaba cuidado, así que, si ya habían ocurrido los hechos, no hacía
mucho. Jorge empujó la puerta y esta cedió ligeramente. No
necesitaron forzarla. Aquello le dio muy mala espina a Lily.
Lily
entró con suavidad. Gracias a un hechizo, ni los pasos de ella ni
los de su marido podían escucharse en dos kilómetros a la redonda.
Lily tenía poder suficiente para aumentar ese radio a un total de
diez, lo cual era toda una proeza ya que el mago estándar podía
alcanzar como mucho los cinco kilómetros y los brujos ocho.
La
entrada estaba vacía y seca. No había restos de que hubiera sido
inundada, pues la madera ni siquiera estaba blanda ni mojada.
Parece
que la visión de Jack...
Estaba
pensando cuando de pronto vio un cuerpo arropado por una sábana
blanca. Del cuerpo emanaba un charco de agua. Atrás suyo, Jorge se
removía inquieto: había visto lo mismo que ella y, nervioso, no
cesaba de mirar a todos lados, buscando la amenaza.
Lily
se acercó con precaución al cuerpo. Lo destapó con el mismo
cuidado que si se tratara de una bomba que estalla al contacto. Allí
se encontraba el cuerpo sin vida de la joven con la que Jack había
soñado.
Maldita
sea pensó Lily
hemos llegado tarde.
El
sonido de una metralleta hizo que Lily reaccionara por puro instinto.
Lo hizo a una velocidad que ni ella misma se creía capaz. Se
abalanzó sobre su marido, sin ver de dónde provenía la amenaza e
inmediatamente activó un escudo protector. Los disparos venían en
dirección frontal. A través del escudo transparente, Lily vio a
Tizane. Tal como en la visión de Jack, este llevaba un arma por
brazo.
¿Qué
se ha hecho? O qué le han hecho.
Tizane
reía como un loco, pero debido al ruido de los disparos, Lily no
podía oír bien qué decía, aunque tenía claro que se estaba
burlando de ella. Eso no bastaba para enfurecerla. Debido al escudo
protector, Lily se hallaba entre la espada y la pared. Si deshacía
el escudo para atacar, ella y Jorge morirían. Si no, no sabía
cuándo Tizane terminaría su ataque. No parecía tener fin. Lily
comprendió de pronto que Tizane no tenía intención de parar. Al
parecer su arma era infinita y no se detendría hasta que ella
deshiciera el escudo y muriera.
Estaban
atrapados.
Jack,
Lisa y Rakon llegaron a la casa de madera. Allí, desde las ventanas,
vieron como Lily resistía ante Tizane.
Tenemos
que intervenir — dijo Jack angustiado.
Vayamos
por atrás, no se lo esperara — propuso Lisa.
Yo
me quedaré aquí — dijo Rakon calmado. Jack envidiaba eso de él.
¿Por?
— Quiso saber el muchacho.
Tizane
podría acorralaros a vosotros también. Y no se esperará una
fuerza extra desde el frente de nuestros padres. Creerá que estoy
en otro lado.
Bien
pensado — dijo Lisa maravillada.
Pero
antes de siquiera poner en marcha el plan, Lily deshizo el escudo.
Aquello la dejaba expuesta.
Vieron
como Lily lanzaba un hechizo fuego a su oponente que este esquivaba
con facilidad. Jorge, debido al terror que sentía, no movía un
músculo. Parecía una estatua de cerámica mal colocada.
Jack,
Lisa y Rakon entraron por la puerta principal. Lisa enseguida usó su
habitual hechizo de luz al tiempo que Rakon y Jack se abalanzaban
sobre Tizane para atacarlo. Sabían de sobra que esquivaría el
ataque.
Tizane
esquivo el ataque, efectivamente, pero también golpeó con una
pierna a Rakon y luego apuntó hacia Jack. Este casi no tuvo tiempo
de esconderse tras el sofá donde aún descansaba el cuerpo del
hermano. Las balas abrían agujeros en la piel del sofá. Lily
entonces lanzó un hechizo luz hacia su oponente para cegarlo. Este,
que estaba distraído tratando de matar a Jack, recibió el impacto.
Acto seguido Lisa usó nuevamente la luz para desintegrar a Tizane,
pero este se volvió a escurrir. La televisión fue lo único que se
desintegró. Rakon atacó a Tizane. Solo gracias a su temporal
ceguera, logró hacerle un corte. No obstante, el oído de Tizane era
increíblemente agudo. Y su velocidad mayor todavía.
Jack
vio los cadáveres del niño y su hermana. Sintió una impotencia que
no había sentido nunca.
Tizane
rio. Parecía un maníaco, pensó Jack.
Tizane
parpadeó. Volvía a ver con claridad. Suspiró y siguió hablando:
Tizane
soltó una risita.
Señaló
a Jack. Este estaba inmóvil, tratando de procesar la información
que acababa de recibir. Tizane añadió:
Localizamos
a la chica gracias a que ella utilizó su poder antes.
Así
Zodiac pudo encontrarla — entendió Lily horrorizada.
Sí
— rio Tizane —. Y todo gracias al hechizo para detectar magia
que implantó. Toda una hazaña. Tengo entendido que es el primero
en crear ese hechizo a nivel global.
Rakon
atacó entonces, pero recibió una fuerte patada de Tizane que lo
envío directo hacia sus padres, quienes recibieron el impacto
demasiado rápido para pararlo. Lisa usó enseguida el hechizo luz,
pero Tizane la esquivó y atacó. La arañó por la mejilla
izquierda, creando tres finas fisuras rojizas en su piel y enviándola
contra el cristal del salón, sacándola fuera de la casa.
Solo
Jack quedaba en pie.
Apuntó
con su arma hacia Jack. Jack sabía que no podría esquivar su ataque
lo bastante rápido. Así que tomó lo único que podía hacer.
Una
enorme ventisca proveniente del cristal roto empujó a Tizane qué,
sorprendido, fue arrastrado por ella. Salió de la casa y Jack fue
tras él. Salió justo a tiempo de ver como Lisa desintegraba
finalmente a Tizane gracias a que este estaba atrapado en el tornado
que Jack había creado. Jack deseó que el viento cesase y así
sucedió. Lentamente, Jack aprendía a controlar su nuevo poder.
Tuvo
que morir mi abuelo para que surgiera pensó
con rabia.
Al
menos Tizane ya no daría más problemas a Alavir. Y Zodiac tenía un
soldado menos. Habían logrado una pequeña victoria más.
Jorge
tenía la cabeza gacha. Jack sentía ira y pena hacia él al mismo
tiempo. Sus emociones se mezclaban y provocaban que Jack no supiera
exactamente qué pensar de su padre. Le daba lástima que su miedo le
impidiera luchar, y a la vez, le daba rabia que no espabilara de una
vez. Él tenía catorce años y había tenido que intervenir más de
una ocasión.
Los
tres no supieron qué decir. Lily suspiró, derrotada. En su
interior, se sentía agradecida de que la hubieran ayudado a ella y
su esposo, pero odiaba que se hubieran puesto en peligro.
Bueno
— dijo Lily carraspeando — ahora ya sabemos por qué Tizane iba
por esta familia.
¿Qué
hay de los padres? — quiso saber Lisa preocupada.
Contactaré
a la reina tan pronto volvamos a casa — informó Lily —. Así
ella podrá verificar su paradero, quienes son y darles la triste
noticia.
La
voz de Lily era pura amargura.
Regresaron
a casa, no sin antes inspeccionar el resto de la casa. La habitación
de Helena estaba totalmente encharcada. Sin duda ahí murió ella.
Tizane debió llevarla abajo para usarla como cebo.
De
vuelta en casa, Lily contactó con la reina usando la piscina como
una especie de webcam mágica. La reina iba ataviada con un vestido
azul oscuro. Su cabello peinado y cuidado dieron la pista a Lily que
no se acababa de levantar precisamente. En la imagen solo podía
verse a Isabel, pues esta había bloqueado con magia las
comunicaciones para que nunca saliera el lugar donde se encontraban,
y así el enemigo no las detectara.
Lily
procedió a contarle toda la historia. La reina escuchó
pacientemente y en silencio. Cuando terminó, se tomó un instante
para responder:
Terminada
la charla, la reina deshizo la comunicación, sin siquiera
despedirse.
A
Lily esto no le afectó lo más mínimo. Ya conocía a la reina;
estaba acostumbrada.
Cuando
regresó al salón, vio a su familia y Lisa sentados. Jack, Lisa y
Rakon en el sofá, mientras que Jorge en el sillón.
No
dijo nada más y se marchó dirección a las escaleras.
¿Qué
le sucede? — quiso saber Jack, intrigado.
Lo
de esa chica la ha afectado — le informó su padre —. Supongo
que le ha recordado a ti.
¿A
mí? — preguntó confuso. De repente entendió. Ella era Elemental
como él.
Sí.
Hoy podrías haber sido tú. Dale tiempo. Necesita asimilarlo.
Jack
tragó saliva y miró por donde su madre se había marchado. De
repente, notó una punzada de culpa por haber ido allí.
Lisa
le agarró la mano y lo miró.
Él
entendía su mensaje:
“No
te sientas culpable. No es tu culpa. Solo estabas preocupado por
ella”. Los dos se abrazaron. Jorge se incorporó.
Jack
asintió.
Chicos...
— dijo Lisa, algo tímida — yo me marcho ya.
¿Y
eso? — quiso saber Jack.
Quiero
ver a mis padres. Hace días que no les veo.
Ah
claro — Jack se sonrojó un poco.
Los
tres se levantaron. Ambos hermanos acompañaron a su amiga a la
puerta.
Dicho
esto, ella se marchó.
Lisa
apenas tardó un minuto en cruzar la calle y entrar en casa. No
entraba con una llave, ahora usaba un hechizo de apertura que sólo
ella y su madre podían utilizar, para evitar que Mery ingresara a la
casa. Luis ahora tenía que esperar a que alguna le abriera la
puerta.
Pero
no se había quejado más. Sabía por qué lo hacían. Lisa aún
recordaba con amargura las expresiones de dolor en el rostro de sus
padres. Luis no lo había expresado, como siempre, pero Miriam se
había hartado de llorar. Luis la abrazó y no hizo nada más.
Lo
que vio la enmudeció de golpe. Allí delante, en el pasillo, justo
al lado de las escaleras, se encontraban los cuerpos de Miriam y
Luis. Inertes los dos, con sus dos ojos abiertos en una expresión de
horror. No había sangre, pero sus cuellos estaban doblados de una
forma anti natural y Lisa sabía que estaban muertos. Y delante de
esos cuerpos, se hallaba el encapuchado que una vez salvara a Jack y
Rakon en el laberinto, espada en mano.